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PARADIGMA - sinopsis breve
En el lejano comienzo
de los tiempos,
Energía y Materia pugnaron
por existir.
Durante inconmensurables eones,
sus distintas formas
logran reorganizarse,
en muchas diferentes
combinaciones.
Cada combinación,
originaba substancias
de diferentes propiedades.
Algunas, fueron realmente únicas.
Fueron formas de combinarse,
que dieron lugar a propiedades
jamás logradas antes,
en ningún rincón del Universo.
Crecían.
Consumían energía,
se reproducían.
Estaban vivas.
Y se hicieron cada vez más complejas.
Consumiendo tiempo en cantidades inimaginables,
llegaron a ser
virus,
bacterias,
líquenes,
hongos
selvas
y animales.
Recolectaban y cazaban;
pero siempre tomaban,
sólo, lo que la Pachamama les daba.
La Pachamama.
Hija y esposa
de la Energía;
que con sus rayos,
convertía el agua
y la tierra, en comida,
abundante en la selva pródiga.
En cada lugar;
según su tierra,
y según su clima,
ellos fueron comiendo
y sembrando,
los granos más adecuados.
Maíz en las montañas
que corren de norte a sur.
Trigo, en las tierras fértiles.
Arroz en los humedales.
El Homosapiens
había inventado
la agricultura.
Y sin darse cuenta,
también inventó El Trabajo.
Inventó la esclavitud,
Inventó los excedentes
e inventó los ejércitos, para cuidarlos.
Y los castillos para protegerlos.
Desde los burgos,
que rodeaban los castillos
del medioevo,
surgieron los conocimientos
que, más adelante,
habrían de transferir el poder,
de los dueños de la tierra,
a los dueños de la tecnología.
Y con la nueva tecnología,
se impusieron en el "nuevo" continente.
Con la plata y el oro de América;
con el trabajo esclavo
de amerindios y africanos,
siguieron acumulando riquezas
para desarrollar
la Revolución Industrial.
Con la energía
de la quema de los bosques
y el carbón,
movieron las máquinas
para producir
nuevos productos.
Y con la propaganda,
hicieron que la gente
deseara tener
esos nuevos productos,
que hasta ahora,
nunca había necesitado...
Por cada nuevo producto
fabricado y vendido,
el comprador
habrá trabajado para el fabricante,
que sigue acumulando poder. . .
Con cada nuevo producto vendido,
la vida sobre la tierra
se acercará más a su final.
Solamente, un cambio de paradigma
en la mente de cada uno,
para consumir y gastar menos,
puede salvarnos
del inminente apocalipsis.